Nuestra historia

Todo comenzó en mi infancia, cuando mis padres me llevaba a las fiestas de cumpleaños de mis primos y primas. Recuerdo la emoción que sentía al ver las piñatas colgadas del techo, llenas de dulces y juguetes. Me encantaba romperlas y recoger los tesoros que caían al suelo.

Un día, mi madre me regaló un kit para hacer piñatas en casa. Me mostró cómo mezclar la harina, el agua y el pegamento para crear el engrudo para papel crepe. Me enseñó a darle forma a la piñata, a decorarla con papel crepé y a llenarla de dulces.

Con el tiempo, me fui apasionando cada vez más por la elaboración de piñatas. Comencé a experimentar con diferentes formas y diseños. Hice piñatas en forma de animales, de personajes de dibujos animados y hasta de estrellas.

Pronto, mis amigos y familiares empezaron a pedirme que les hiciera piñatas para sus fiestas y celebraciones. Me di cuenta que con mis piñatas lograba hacer momentos inolvidable. Así que decidí montar un pequeño taller en mi casa y empezar a vender mis piñatas en el mercado local.

Me encanta ver la sonrisa en el rostro de los niños (y adultos) cuando rompen una piñata y reciben los regalos que contiene.

La elaboración de piñatas no solo es un hobby o un negocio para mí, sino también una forma de mantener viva la magia de cada evento, fiesta o momento.

Me siento orgulloso de poder compartir mi pasión con otros y de poder hacer que las celebraciones sean un poco más especiales.